VOCES DESDE LA PRADERA
Aquí voy por el camino que me has dejado
¡Qué llanuras inmensas donde tu voz escucho!
¡Qué belleza infinita, qué aguas cristalinas!
¡Qué cánticos advierto desde el amanecer!.
Retozo como una niña en tus aguas puras
Me distraigo en el camino; sin un arriero a mi espalda
Sin la carga impuesta por el hombre
Y danzo con la brisa y con el viento.
Como niños jugamos con la brisa
Nos azotamos con el amor que brota de nuestro interior;
Aquí el amor camina a la par conmigo
Mi novio hermoso lleno de candores.
Sus caricias las siento en mi vientre y son de vida
Son de tibieza que me inflama; y me hace descansar
Que llena mis tetas de blanca leche
Y mi potro vacía; hasta llenar su trompa de nívea espuma.
Observas con deleite tu manada…
Yo tu consentida siempre observando tus pasos
Siguiendo el sendero que me indicas
Y con una callada oración relincho; para que escuche la pradera.
Y salto de nuevo, y descanso tranquilamente
regresando a tu fuente cristalina...
De nuevo tus aguas besando nuestras pieles
Mientras tú amado mío te deleitas
De nuevo me apetece consentir el lago con mis patas
Acariciar ésta vida mía tan llena de felicidad.
Y la serpiente se desliza como seda derretida
No ha de causar daño está tranquila…
Se pasea por las laderas de mis llanos
Y se funde con el mar en una orgía de pasiones.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 26/12
No hay comentarios:
Publicar un comentario