MI
PRÍNCIPE AZUL
Solía
pensar que serías ese sueño,
Las
oscuras aguas de mi lago con tu imagen copiada en él
Creía que ese sueño tal vez, sólo alguna vez
Pero
qué soñadoras somos las mujeres al buscar
Cuánto
nos equivocamos y son tantas las veces…
¿Pero
qué importa soñar?
Un
príncipe azul nunca existirá eso lo
sabemos
Es
una mentira, es sólo un ideal que en el fondo conocemos
Sólo
un hombre que apaciente más no que sea nuestro padre
Sino
el compañero de viaje como el sol naciente.
Qué
arrogante suelen ser algunos hombres
¿Qué
buscamos las mujeres solas?... sólo compañía
Una
mano, una palabra de aliento, tal vez sólo una mirada
Sin
ese azul que corre por las venas que todos imaginan
¿Por
qué piensan por nosotras?...
Al
menos buscaba en ti un consuelo… una herida menos
Buscaba
tal vez la complicidad para acariciarnos a través de las palabras
Esa
nota tan pequeña pero tan importante al decir: te amo
Aunque
sólo fuera un cumplido para llenar ese espacio en blanco.
No
esperamos tanto las mujeres… sólo un beso de vez en cuando
Nacimos
para adornar el jardín, para ver florecer las amapolas
Nacimos
para regalar nuestros pechos a sus besos
Y
la tibieza de nuestro interior a nuestros hijos…
Y
nuestras miradas ardientes para amarlos.
¿Quién
ha buscado un príncipe azul?
A
mi edad, sólo buscaría la placidez de una ardiente mirada…
Una
mano sobre la mía en una fría tarde de invierno,
Tal
vez acariciando mi rostro o mis blancos cabellos
Sin
importar cosas vanas, una sonrisa, una carcajada.
No
pienses por mí cariño… las mujeres solemos mirar un poco más alto
Nos
gustan los amaneceres, ver radiante el sol surgir de la nada
Nos
encantan las aves volar por el cielo y ante todo…
Nos
gustan los hombres que con sinceridad nos amen.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
abril 29/12
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