ESPERANZA
Sabía
que habría algo para ella…
Esperó
cada día sin recelos con la confianza del sembrador
Observó
brotar las margaritas, y entre los dorados girasoles
Cada
segundo con la magia de un ave en el
camino… sólo esperó…
Como
una roca besada por el mar… sin gemir,
sin llorar…
Calculó
sus pasos algún día… quiso elevar
cometas de colores…
Soñó
con días mejores pero advirtió que a través de sus pechos
Algo
carcomía de nuevo sus entrañas y con los
venenos se empapó otra vez
Durmió
muchos días y muchas noches pensando en tu fuego de vida,
Aceptó
tu voluntad confiada y quiso marchar.
Se acerca la nave que a tus brazos la enviaría
De
nuevo la vendedora, la que buscaba tantas
cosas
La
luchadora madre que no la opacaba nada…
Quedó
anclada en el mismo sitio mientras de
nuevo el comején
La
angustia retratada en sus negros ojos… ¿quién puede comprender?
De
nuevo la lámpara de rojo color se enciende quemando su traje blanco
Sobre
sus venas penetrando frío veneno
abriendo viejas heridas
Y
otra vez hacia ese horizonte desvía la
mirada…
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
abril 30/12
Hola Raquel, he querido incursionar un poco por tu pàgina y me he quedado impactada con el escrito de tu sobrino, es una verdadera pena tener que se pierda una vida tan linda asì.
ResponderEliminarDesde donde estè Dios lo tendrà en sus brazos
besos
Hola amiga, agradezco tu visita, ha sido un dolor doble, mientras mi madre en la clínica luchando por su vida, nos llevan la noticia de la muerte de mi sobrino amado, de sólo 21 años, atropellado por un irresponsable que no lo vió en su pequeña moto, y después 7 días más tarde la muerte de mi madre, dos golpes que no esperábamos nunca así de esa manera, ha sido muy duro para todos, creo que éstas heridas sanarán cuando marchemos, yo trato de sobrellevar pero cada vez que miro sus fotos se viene el mundo encima. Un abrazo, Dios los tendrá como dices en sus brazos y ese es nuestro consuelo final.
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