CRISÁLIDA
Laurel vestido de tus verdores
Que hoja a hoja devoraré.
Gotas de rocío cándidas y claras
Con la paciencia de una callada roca
Y con la sed que habita en mi boca
Entregadas pintadas de cielo las tomaré.
Pronto la rama será mi cárcel
Y como crisálida de blancos hilos
Cuando dormida triste me encuentres
Sin una herida… esperaré.
Se torna fresca ésta mañana
No habrá más cárcel sino en tus ojos
No habrá más cadenas… sino tus brazos
Que adornados de finas sedas
El sol anima… con su calor.
Y en otra tarde… o en otra noche
No contaré más los segundos
En que en prisión sin verte… me sometí
Y abierta siempre a la luz del día
Sobre una flor de blancas alas
Todo su néctar le robaré.
Recorreré feliz éste tiempo
Tan donado de divinidad
Y en una rosa, roja y ardiente
Ya sin aliento… me callaré.
Entregaré todo… lo que me diste
Sin una lágrima… sin un suspiro…
Mis sedas finas te dejaré
Sobre la rosa que me entregaste
Sobre una fronda… de tu vergel.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 3/12
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