sábado, 3 de marzo de 2012

LA ROCA

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LA ROCA…

Ahí estaba… silenciosa…
Escupida tal vez por algún peregrino
A  la  vera de cualquier camino…
Su dureza no se comparaba ni con el diamante
Y  su belleza no tenía igual.

Siempre trataba de mostrar su brillo
Aún en medio del dolor escuchábamos cánticos
La aurora despertaba del silencio de la noche
Y el radiante sol con destellos mágicos
Amanecía arrogante fustigando las llanuras.

Descubrí  de nuevo la enredadera virgen
Tratando de subir por un reseco tronco,
Ya muertas sus ramas; y sus hojas abonando un terreno
Y en su interior tejían los amantes sueños
Y  la vida en medio de cápsulas;
 Reventaba a una fantasía mágica.

La roca angular se desechó de nuevo…
Ahí estuvo siempre… quiso construir murallas
Reventar senderos para pertenecer a un camino,
Más nadie vio su esencia ni su utilidad…
Simplemente de una fuerte patada se lanzó
Sobre un espacio cualquiera
Donde yace con su mirada al cielo.

Dicen que alguien descubrirá su brillo
Cuando el tallador descubra su valor
Más será tarde… aquí nadie verá sus opalinos ojos
Ni el verdor de esos rayos a la distancia
Ni sabrán que ahí tan cerca siempre estuvo
De la mano de todos… los que con soberbia la arrojaron
Y una cristalina fuente la baña de mañana
Con rayos  de luz que penetran su ventana…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 3/12

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