lunes, 12 de marzo de 2012

DESDE MI VENTANA 6

DESDE MI VENTANA 7

De nuevo aquí, observando desde mi rincón oxidado, pero hoy sentí que las sencillas cosas son las que nos hacen felices, apareció mi facebook de nuevo; tal vez me habían bloqueado por bajar imágenes ajenas, pero realmente nada le pertenece a nadie, todas las imágenes están ahí para entregar, para endulzar nuestros ojos, todas las palabras nos fueron dadas para donarlas, aún nuestra vida que es lo más valioso, no nos pertenece, ni siquiera aquello que creemos poseer, todo se acaba, todo marcha… todo el tiempo lo destruye.

Aquí estoy pensando en el maravilloso fotógrafo que nos dejó tantas fotos hermosas que sólo sus ojos pudieron plasmarlas, alguien decidió por él que nunca más tomaría su cámara, y sus ojos tal vez copiaron en ese último segundo todos los hermosos animales que alguna vez estuvieron ahí en ese lente del alma que nunca moriría.

Pienso también en Bea… en su trabajo, un maravilloso trabajo de libros, hojas que el tiempo envejece, páginas curtidas por manos que no los cuidaron para que resistieran vendavales, poemas olvidados en la memoria de las alacenas, comején que destruye la belleza, las palabras sabias que alguien dejó para nosotros sin creer que fueran suyas ni que les pertenecieran.

Observo también que ese paisaje de Bea, el de hoy… tiene unos intensos azules, tan mágicos, que sólo su lente pudo copiarlos, y regalar esa sonrisa para endulzar sus días… ¿qué más que una gran sonrisa para iniciar algo?, siempre la fe en que podamos seguir adelante, en esa fuerza interior que no permite que abatidos, bajemos las alas, sino que abiertas a ese mágico horizonte, vislumbremos que más allá de todo, está la providencia que se encarga de poner un sueño cada día en nuestro camino.

Hoy también vislumbro al gordito de Bea;  ha podado su mostacho, me da la impresión de que ha hecho ejercicio y que era la leche la que inflaba su estómago, hoy no está tan barrigón… sonríe más que ayer y descubro que en una bolsa muy elegante lleva unos hermosos libros que decidió que estarían en ese estante mágico de Bea, en donde con mucho disimulo iría cada día a verla, sólo para encontrarse con esa sonrisa que lo llenaba todo, caminó rápido… tanto que su mostacho se movió con la brisa y su corazón empezó a latir con la fuerza incontenible de los huracanes… realmente esa mujer era especial y maravillosa, no dejaría pasar su oportunidad… una hermosa margarita encontró en el camino y la llevó hacia atrás para regalar una sorpresa y avanzó por ese incierto camino donde dos materas parecían anunciar que hasta ahí había llegado…que no tendría que dar un paso más para saber que era en ese sitio donde encontraría sus sueños…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 9/12

No hay comentarios:

Publicar un comentario