BUSCANDO UN LUCERO
He olvidado un poco, estoy llena de pesares
Enjuta mi vida pareciera, creo que me fundo con los colores
El amarillo, el blanco, el gris…
¿Quién recuerda mi belleza de ayer?
¡Qué efímera suele ser!…
Como mariposa al viento
Las aladas divinas en las que me extasié.
Libélulas son cristales voladores,
Tornasoladas plumas de colibrí…
Rosas perfumadas…
azahares que marchitó tu ausencia…
Heme aquí… la soledad compañera mía me conoce
Sabe que mis días pasan veloces…
Quiero contar cada segundo… ver amaneceres
Descubrir que aún respiro en éste sillón parecido a mí.
Vislumbro que entre los surcos de mis manos
Sembré margaritas y también las deshojé.
Éste rostro mío, donde la tristeza hizo nido
Ésta boca mía… que enmudeció de pronto
Éste cuerpo mío tallado en espinas y rocas,
Ésta vida mía que poco a poco se consume…
Aquí estoy… mirándome al espejo…
Hay un brillo interior que no opacará el tiempo…
Son esos ojos del verdor de la pradera
Con un brillo de luceros
Que iluminarán cielos oscurecidos
Cuando en mi propia historia te busque en el cielo.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 13/12
Amiga, prestame tu pluma, compartí la musa, no se puede escribir tan maravillosamente si no hay sentimientos tan profundos en el alma. Ella conquistó la sabiduría ¿Para qué quiere retornar a un ayer que, seguramente, fue un largo camino lleno de espinas? Habrá habido rosas también, claro que sí. Magistral construcción, qué cadencia!
ResponderEliminarAmiga querida, gracias por tan hermosas palabras, ésta imagen de la anciana tan bella y parecida a mi madre, mi única tía la que faltaba por viajar que ya sabes murió en éstos días, me hicieron escribir en su memoria.Un abrazo poetisa allá te envío la musa que pides aunque tienes también que enviar de la tuya que es mucha...
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