miércoles, 8 de febrero de 2012

EL PINTOR Y LAS CALAS


EL PINTOR Y LAS CALAS L4R

El pintor plasmó blancos rostros
Casi que con timidez tiñó sus hojas
Observó en detalle cada sombra, cada brillo…

Limpió un poco sus pinceles y sin temblor
Extendió de nuevo la pintura, un poco recargada ésta vez
Quería que fueran las más bellas flores,
Blancas y perfumadas para entregar a aquélla…

Ella, con su raída falda, su curtida piel lo esperaba…
Una dulce palabra, un aliento cada día
Una espera incumplida, una bendición de mañana
Ahí callada, en el silencio de su sometida vida.

El pintor tenía el rostro canela…
Negros ojos como los luceros de la noche
Con ese fantástico brillo de felicidad…
Ya casi terminada… ¡ya casi…! -exclamó-
Mientras su pecho se regocijaba y se oprimía.

La llevaré con una cintilla roja…
¡Si para ella…! La curtida que vive en medio de su pobreza
Aquélla que tuvo muchos sueños, pero todos marcharon
Con un sol que no apareció en su horizonte
Que tiñó de blanco sus cabellos…
Arrugó su morena piel y envejeció su belleza
Mucho antes… de su tiempo.

Pero aquélla… si aquélla dulce mujer…
Para ella serían sus calas…
Las más hermosas que pintor alguno soñara…
En ellas estaba su corazón y su amor
Ese tierno amor que recordaba cuando absorbía de sus pechos
Esa leche tibia y blanca… como la obra de sus manos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 7/12

Hola Juan Pablo, con mucho cariño, le dedico éste poema a tu amada madre Judy, y para ti.
Mi felicitación por tus manos, y por ese don que Dios te regaló… Cuando la termines también le tomas una foto.

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