Me levanto a observar, sólo un detalle
Tan mínimo, tan dulce
Tan recién terminada tú obra,Con esos magníficos colores, esas maravillas
Unos brillos que tienen ánimo, aliento,
Sólo en detalle los admiro…
¿Puede ser la vida un óleo en blanco?
Admiro esas pinturas mágicas en movimiento
Esa divinidad impresa en cada tejido, en cada fibra…
Tejedor de promesas tan de mañana…
¡Cómo endulzas mi vida con tus néctares!
Cómo ese óleo en blanco del hombre
Siempre ansiando un pincel para pintar como tú
Siempre deseando tu gracia…
Pero eres ese mago que llena mi estancia
Que la fronda del camino me extasía
Con el cántico de cada mañana
Al sentir tu amanecer y al comprender
Que no existe mejor pintor, ni flor más perfecta
Ni cántico más hermoso que el tuyo.
¿Qué pintor puede utilizar un pincel como lo haces tú?
¡Qué tontos somos cuando no creemos en ti!
Eres el pintor que plasma en cada atardecer un sueño
Que regalas cada flor del camino donando ese perfume
Esa esencia tuya que se siente… se palpa…
En cada óleo que ven nuestro ojos
En cada mirada… cada púrpura, cada verde
Que habita en ésta obra en blanco que dejaste…
¡¡Nuestra vida!!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 3/12
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