lunes, 9 de enero de 2012

APARIENCIAS (56)

APARIENCIAS (56)


Qué hipócritas solemos ser 
si vestimos corbata
zapatillas rojas, 
gargantillas doradas, 
faldas abrillantadas.

¿Qué somos?
 Pedazos de carne 
que se torna putrefacta
y a las moscas atrae
por igual azules o blancas.

Pero si vas por mi lado 
y me ves muy harapienta,
¡qué orgullo!, ¡qué vanidad! 

A pesar de ser hermanos
qué rápido volteas,
casi cambias de acera…

¿Qué tal que tus amigos te vieran
y creyeran que somos de la misma sangre?

Pero si de casualidad
me ves con el presidente,
¡qué orgullo!: ¡ella es mi tía,
es mi hermana, mi amiga!

¡Tiene dotes de poeta!
Te pavoneas, 
me saludas,
y hasta un abrazo me entregas.

¡Qué mundo de apariencias el que vivimos!
¿De qué fantasía nos vestimos?

Desnuda tu corazón, 
es semejante al mío.
quítate el disfraz 
que no eres superior a una hoja.

¿Tus cartones de qué sirven?
Tus trajes sólo tapan una carne 
que sin bañar
es igual a la del poeta,
que se come las paredes de la iglesia.

!Ya por favor!, deja de aparentar;
deja de soñar que eres grande,
pues grandes son los cerros de mi patria
más un aguacero los derriba.

¿Grande el poder y la gloria?
Sólo grande serás /decía un pensador:

“Cuando dobles las rodillas
y estés en oración”.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 9/12

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