domingo, 4 de diciembre de 2011

LA SEÑORA (69)

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LA SEÑORA (69)

Una señora sólo deja melodías para el alma
Sus palabras son como los violines en el atardecer;
Su cantar tiene la candidez de las alondras
Su mirar muestra su sencillez.

Una señora no humilla, no ultraja, ni abofetea,
Ella no tiene pose, ni tiene  figura, ni  ademanes
No pretende sobresalir ni mostrar su gran altura...

Una señora brilla por sí sola, sin apocar la luz  ajena.
Ella no pretende tomar tu sitio, ni deshonrarte ante nadie,
Respeta tu palabra y hasta la hace irradiar...

Una señora no baja el rostro ante los ultrajes
Se levanta, lucha, entrega, demuestra su valor
Y no espera que se lo den los demás.

Una señora no se cree mejor que nadie...
Sabe que su puesto ha sido logrado con sacrificio;
Que lucha hasta el cansancio aunque su camino 
Esté lleno de constantes curvas...

Una señora también puede amar...
Sabe decir tantas veces que quiere, que desea 
Pues es humana al igual que las demás...

Una señora no te escupe a la cara 
Ni se levanta en medio de una charla
Ni pretende que te calles cuando hables;
Ni aparenta que es la gran dama para que la miren...

Si quieres al menos parecer una señora
Fíjate bien a quién escoges por amigo
Pues muchas veces aquél, 
A quien dijiste alguna vez que amabas

Hoy te puede cubrir de iniquidad 
Y se quedará con aquélla;
La que levantó sus vestiduras,
Y te clavó por la espalda certero puñal.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 4/11.

2 comentarios:

  1. Excelente poema amiga, que buen tema y desrrollo. Besitos, Paty

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