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COLIBRÍ (6)
No llegues colibrí a mi ventana
a libar las flores de mi amor,
márchate con tus besos a otro lado
y entrégate a los placeres
que como manjares exquisitos
se pierden en los grandes cerros
donde escucho el trino del cantor.
Apártate dorada esmeralda de mi ventana
mientras imagino otro verso para ti,
y tus alas, abanico de colores,
acarician flores de alhelí.
Vuela veloz, suspiro de diamantes,
que mis ojos se extasíen en ti,
mientras sueños viajan con mi alma
donde el néctar se desperdicia
esperando penetres en mí.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 26/11
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