miércoles, 12 de octubre de 2011

LOROS CAUTIVOS



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Señor, si existes escúchame...
Aquí  estoy de nuevo inquieta, prisionera 
las redes son mi propio ser, las jaulas mi tormento
mis horas más felices las he olvidado;
mi  pequeño corazón gime de terror
la  vida lánguida y tibia desaparece;
se esfuma como las  repetidas olas en la playa.

Reinas en mis ojos cuando al amanecer no te veo
no vislumbro mis montañas ni los ríos;
las cascadas no están cristalinas ni rebosan de vida;
huellas  de mi traje sólo adornan jarrones de cristal,
¡vida mía! … ¿a quién le importas?.

Quiero que me hagas la voz de los cansados
que mis palabras sean las tuyas, mi dolor el tuyo
clavado en una cruz vencido y humillado...

Morir es el premio que espero,
mi ansiedad me llevará a tus brazos;
hacia esa promesa de tus llanuras de verdes prados
donde mi libertad anhelante espero,
con un vuelo errante que al fin tendrá un término
sobre tu resplandor de luna clara en medio del desierto.


Raquel
Barranquilla, octubre 12/11.


He  de confesar que fui criadora de aves, pues siempre tenía desde niña éste impulso, amo a los animales y son parte de mi vida, pero debido a un problema de salud, que no las involucra, compré aves prisioneras para después soltarlas, no crié más, tengo una lorita que traté de llevar al zoológico pero no me la recibieron, no justifico nada pero debido a mis errores pasados, hoy quiero ser parte de la comunidad que las protege, ante todo las aves que están libres, y las atrapan para hacerlas prisioneras sin haber cometido delito alguno, y a todos los animales que desaparecen por la crueldad del ser humano y su ambición. 

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