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EN DÓNDE ESTÁ DIOS? (10)
Está en cada amanecer,
en el cántico nuevo, en la primavera.
La voz de la lluvia es su voz,
el amor de las grullas con su danza
y su explosión de vida blanca
donde la esencia es siempre el amor.
¡Ven a nadar conmigo!
El lago está cristalino
correremos, sin hundirnos,
levantaremos vuelo hasta el cielo,
el trigal invita, se escuchan trinos de niños
esperando el bocado del día.
esperando el bocado del día.
Gimo de pasión sobre un gran encino
mientras doy saltos para conseguirte,
no niegues que la luz que llega,
la brisa que te alienta cada mañana
y hasta el llanto es dolor que purifica...
Hay vida bajo mis níveas plumas.
¿Quién las viste de tal color?
¿Quién regala un acantilado para protegernos?
¿Los versos de amor de dónde nacen?
¿Quién cultiva el agua sobre los cerros
y la congela para proteger nuestra vida?
Quiero cantar un gloria cada mañana,
sencillo y puro cual canto de sinsonte,
que brote cual una cascada suave
naciendo de la vertiente del corazón.
Déjame abrir el pico al cielo en una alabanza
qué olvidada se torna a veces,
pues somos duros como las rocas,
más las tempestades nos recuerdan siempre
que donde hay dolor, también llega la luz
penetrando cálida y suave, sin negación.
Explayaremos nuestra mirada al horizonte,
allí está sosegado, quien nos alienta
sin exigirnos nada, sin reclamar nada,
viste de sol sobre los heridos acantilados
entregando diamantes ocultos en trajes de fiesta
llenos de luz y color.
llenos de luz y color.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 25/11
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