sábado, 6 de agosto de 2011

PALABRITAS 3 (44)

Publicado pors en agosto 6, 2011 en 1:00am




PALABRITAS 3 (44)

1
Si te quieres quitar un gran peso de encima, deja de vivir de apariencias, vive con sencillez cada día y disfruta de las cosas simples, así comprenderás que el resto de arandelas fueron inventadas para complicarnos la vida.

2
Cómo me gustaría cantar y silbar a la vez, pero debo darme un respiro primero y tratar de hacer bien alguna de las dos cosas.

3
Si te enojaste porque fui sincera y te conté mis secretos de amor, entonces ahora sé fuerte, porque lo que viene te hará poner verde pero de pasión.

4
No me juzgues a la ligera por mis palabras espontáneas, debes antes mirarme a los ojos y conocer un poco mi alma.

5
Si vieras el panal que hay en mi corazón, no fueras tan duro conmigo, y aprovecharías cada instante para compartir las cosas buenas de la vida. Las heridas ya están ahí, pero aún tengo capacidad para el perdón.


6
A veces me siento tan atrapada ante las actitudes ajenas, que olvido que las mías también pueden ser dañinas para otros.

7
Ven corazón de fuego, no te alejes tanto que sienta que te olvido, acércate un poco y me conocerás, tal vez mañana sea demasiado tarde y sólo te alcance el tiempo para llorar sobre mi tumba.


8
Ahora necesito de un abrazo tuyo, ya necesito de una palabra de aliento, en este instante necesito que te reportes y me digas que eres mi amigo y que no te apartarás, aunque la tormenta  sea voraz , es necesario estar unidos, pues lo que viene es muy fuerte... Entre los dos soportaríamos mejor los vendavales y podríamos levantar de nuevo lo destruido.

9
Quiero que te mires en el espejo y entiendas que eres tan valioso, que nadie puede decir realmente cuál es tu precio, ni con todo el oro acumulado podría comprar a alguien parecido a ti, pues eres único y maravilloso, con todos los defectos que quieras colocarte.

10
Ahora quiero decirte que te amo, no dejaré pasar un segundo más para ofrecerte mi mano, ni para levantar tu ánimo caído, ni para permitir que alguien más arruine tu vida, mientras tengas un poco de fe en mí. Soy quien te aliento y te doy luz para que veas cómo el impío ha de suplicar por mi perdón .

11
Creo en una luz divina que es la que me sostiene y me anima día a día, tantas veces triste y con pensamientos perversos, cuántas veces sin deseos de vivir un día más, y en un segundo de oración, mi pensamiento retorna hacia la libélula que se posa feliz sobre mi ventana.

12
Aunque nunca tendré la dicha de darte un beso, ni sentir tu suave piel en la mía, te diré que te amo, y que no todo se perdió, hubo inquietud, desvelo, pensamientos húmedos, y también unos cuantos poemas que me harán recordarte siempre.

13
Decidí que no iría más allá, hay unos límites, pero también advertí que para el amor no existe tiempo, ni espacio, ni edad, ni fronteras...Te quiero agradecer por tus minutos  y los momentos vividos que fueron maravillosos. Si para ti no representó nada, para mí fue como un oasis suave y perfumado en medio de un desierto árido.

14
¿De qué me arrepiento?: de silenciar mi voz y de aguantar ultrajes, de vivir enmudecida, de días eternos en soledad, de confiar tanto en los demás, que finalmente son quienes me tienen al borde del llanto, pero además, no me arrepiento de ser como soy, y puedo decir que a nadie agacharé la mirada y todos podrán verme a los ojos.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, agosto  6/11

No hay comentarios:

Publicar un comentario