LIBANDO MIELES (2)
Cuando no desees
mis besos
y entre flores me
lo digas...
No te azores si en
mi tristeza
te pido me abraces
con tus alas
antes de iniciar tu prolongado vuelo.
No te angusties si
me ves llorando,
si mi canto languidece
sobre el envejecido
árbol de la vida
o mi voz ha silenciado sin verte,
tal vez mis alas no deseen abrigar un nido.
Verás que en el
silencio de mis horas
si con el canto
de otros me entretengo,
que nada frene tu raudo vuelo,
acompañado de mariposas de colores
que morirán pronto
sin un duelo...
Mis ojos
tristes te verán sobre el estero
colibrí que se
entretiene con muchas flores.
Encontraré en mi
paso un jilguero
que en triste vuelo
maltrató sus alas
y cayó sobre mi solitario alero.
No te turbes si en
él veo un consuelo
ni olvides que el
ave en eterno viaje,
busca sobre
otras ramas
el vértigo del
deseo y del anhelo
que no se pierden
aunque te hayas ido.
Pero si pretendes
regresar ahora,
¡detente!... ¡no lo
hagas!
Mis alas
maltratadas han sanado,
mi pico entona
nuevos cantares,
sobre plumas de
colores que abrigaban
mientras tú, libabas mieles ajenas...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 24/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario