lunes, 25 de julio de 2011

TRAICIÓN (255)

TRAICIÓN (255)

·         Publicado pors en julio 22, 2010 en 9:00pm


¡Oh!, las dulces mieles del engaño,
rico olor a sexo y humedad,
me hacen olvidar  bellos rostros
que miles de veces solía contemplar.

¡Es tan delicioso estar en sus brazos!
¡Siento escalofrío al solo tocarla!
Y en un solo espasmo,
ee cobijo en sus redes
y ella con sus mañas,
¡me estruja y araña!

¡No me importan sus ojazos negros!
sus gritos alegres hoy me enloquecen.
Cambio su risa y sus cantos leves,
por el placer de unas piernas plebes.

Hoy parezco un gigante
volando entre nubes.
con éste tesoro dentro de mí,
soy el rey,
dispongo que riego la mies
y esparzo semillas dentro de mi amante.

¡El engaño me ha vuelto arrogante!
Nunca había hablado en tono más osco,
y ahora quien es mi esposa,
¡sólo es basura al lado de mi mosa!

¡La veo tan chiquita, tan fiera!
¡Qué lora!...
¡Si supiera ella los grandes placeres
que estoy probando al lado de mi doctora!

¡Oh vida!, ¡qué placeres!...
¡Qué delicia ésta vida mía!
No me importan mis viejos amores
ni mi madre, ni mis hijos,
ni mi otrora: ¡Señora!...

Me importa probar el sabor del engaño,
del odio y del frío que da la traición.

Las ricas mieles del placer y el sexo
son tan dulces... ¡tan efímeras!,
que por ellas Dios dice: ¡Te perdono!
pero nunca,
tu indolente y cruel abandono...

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, febrero 23/09








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