viernes, 29 de julio de 2011

TOMANDO CAFÉ (228)

Cuando estabas, eras como una paloma cuidando el nido,
 mansa quebrada anhelando llegar al mar. 
Tía María. 


TOMANDO CAFÉ 
Publicado pors en noviembre 22, 2010 en 1:30pm


Hoy el tiempo es mi enemigo
le veo pasar caduco y vergonzoso
como el gemir de un cordero perdido,

en un bosque frío y rocoso.

Mis manos temblorosas ya no pintan corazones
ni cosechan bellas flores de azucena,
sólo muestran sus cansados surcos
y un suave olor a hierbabuena.

Mis ojos ni se ven de un verde claro,
hoy con lupa los diviso,
oscuros y lejanos…

Cansada me encuentro...
Y en la silla mis perdidas nalgas reposadas,
buscan el abrigo oculto
de una vieja manta raída y desgastada.

Mis hermanas tan amadas
ya se alejaron de éste mundo,
pocas visitas, muchos recuerdos,
niñez de pobreza de cosas,
con abundancia de amor y cariño.

Hoy nadie quiere escuchar mis poemas,
se alejan de mis rezos sin pudor...
¿Quién entiende a una vieja tan cansona?
A ratos interrumpo sin querer
sus charlas tan ajenas a mi sentimiento de hoy.

¡A veces hablo con cantos tan lejanos!
Mi voz se torna casi inaudible...
Muchos me dicen bella matrona
otros me llaman ángel humilde.

Alguien se pasea rencoroso
y cubre con su mal mi cuerpo,
sólo vivo y me sonrojo
con recuerdos ya desiertos.

Cuento una y mil veces mis historias,
presiento que ya ni las escuchan...
Lentamente y con temblor me levanto
con un nudo en la garganta,
retornando de nuevo a mi alcoba

busco a tan amado libro negro,
que me llena de esperanza.

Triste vida acabada
aún con sueños de febriles besos,
mi anciana madre perfumada
con bellas rosas de mi huerto.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, abril 23/09


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