domingo, 24 de julio de 2011

REGÁLAME (268)

REGÁLAME (268)

Regálame un suspiro ansiado
sobre curtida piel de garza blanca...

Regálame un beso de amor,
donde el ardor se manifieste.

Mieles desperdiciadas
años idos que no regresarán:
¿En dónde estabas?

Te veía plantado en mi jardín,
un nuevo abanico te envié
más te hacías el loco, no lo veías...

Mis besos imaginabas en otros labios,
más eran los tuyos los que soñaba.
Mis palabras desechabas,
eran lanzabas fuera...

Todas eran para ti
en otro amor disfrazado.
Huertos ajenos que no me pertenecen,
tienen raíz en otras sábanas
en otros amaneceres que no me incluyen.

Obséquiame una prenda preciosa,
imaginando el brillo de tus ojos en los míos
tras un fuerte abrazo,
donde sienta el calor de tu piel
que no sea inventada.

Pon tu cálido vientre sobre el mío
sobre el pasto húmedo y frío,
el que habita por siempre en mi huerto
deshabitado y descuidado...

Aprisiona mi corazón con el tuyo,
escucha mis latidos veloces
que como campanas gastadas
anuncian que están vivas...

¡Mira cómo me sonrojo!
Fuertes suspiros me agitan
entre tu rosada piel.

Vístete con el traje de las mías,
conviértelas en tu vestido de invierno...

¡Mira la emoción dibujada en mis labios!
Ya cerré mis ojos,
bésame de nuevo, 
eres sol radiante
que se pierde 
entre helados manantiales.

Regálame un poco de amor
en ésta nueva y última primavera de mi vida.

La quiero vivir contigo
suspirarla
respirarla,
lentamente...
 desnuda mi alma para ti.

Deshójame para siempre entre tus brazos,
muerta de pasión con un nuevo amanecer
dentro de ti.

Quiero estar entre tus brazos
aunque sea un sólo instante...
Antes que la luna nueva llegue
 el sol se oculte de nuevo
y ella regrese en otra noche oscura,
donde las estrellas me encuentren
sin suspiros tristes,
y las luciérnagas de colores
te lleven mi amor olvidado.

Luna triste, hoy te quiero oculta...
Luna bella de mis desvelos
eterna compañía, lágrimas de sangre,
hoy me perdonas, 
te veré con otra cara
mi luna rosa enamorada.

Ven cariño mío,
mi amante virtual de mentiras...
Sólo sueños me tocan en la vida,
un beso de espuma que se desvanece
cuando la luz se marcha,
y apareces de nuevo
tras un ilusionado clic...

Retornan las ilusiones...
Cual quinceañera te espero anhelante
tras un abrazo, un beso,
inventado entre los sueños viajeros
que me hacen llorar de nuevo,
que añoran el instante efímero de verte
de tocarte desde los cristales.

Decirte que son pocos los instantes,
son vanas las alegrías
y se quedan las penas
guardadas en el baúl de la insolencia.

La luna se marchó,
el fuego quedó encendido
sobre un altar de penas
por una alegría efímera y pasajera.

Triste vida que se marcha
con un nuevo clic,
dejando  mi alma en espera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 27/11

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