PAYASO
TRISTE (120)
Publicado pors
en abril 29, 2011 en 2:00am
No digas que
mis palabras
no provocarían
siquiera un suspiro.
En mis eternas noches
abrazada a la
soledad,
las penumbras oxidadas
secan mis de lágrimas de amor.
secan mis de lágrimas de amor.
No te
inquietes
mientras pasan
nubes grises,
ni cuando la
luna
oculta entre
nubarrones tú presientas
que lloverán en un instante
miles de ilusiones sobre el pasto seco.
miles de ilusiones sobre el pasto seco.
Loco amor que
me envenena,
cicatrices duraderas
quedan,
mueren con la
brisa que se ahoga
en el mar de
mis quimeras...
Ardiente amor
por ti suspiro,
la luna llena
enloquece mis sentidos
aúllo de amor
enceguecida,
tibios calores suben y bajan
y me
convierten en llama viva.
Labios impacientes
en la
oscuridad de mis noches,
humedades perdidas
sin tus
abrazos musculosos...
¡Qué salada es la vida!
¡Qué triste es
el desamor!
Perdida me
encuentro
entre caricias
vacías,
llanas palabras escondidas
llanas palabras escondidas
en ijares que cobran el favor.
¡Oh!, amor, amor...
¡Cómo huelen
las delicias desde mi rincón!
Me encantan
los olores de tu cuerpo
el sudor
salobre de tu piel,
huelo tus grandes pechos de varón
y me siento bajo la sombra de un roble.
huelo tus grandes pechos de varón
y me siento bajo la sombra de un roble.
No te apures
ni te escondas,
no hay
tiempo para correr
ni las rodillas aguantan tal honor.
ni las rodillas aguantan tal honor.
La fuerza desaparece
con la brisa
y los besos del mar al tocar la orilla
y hacia otro cause regresar.
y hacia otro cause regresar.
No te afanen
mis suspiros,
¿quién los
escuchará?
Perdidos en
mis solitarios besos
que saben a
miel,
se funden en
mi blanca piel
y mueren al
caer la tarde,
como duerme el
sol
con un beso de
la luna,
y las
estrellas que me ven
desde su
oscuridad,
y los astros
perdidos
entre las
saladas olas del mar.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 29/11
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