Querida amiga del alma, ¡si te contara!, estoy en espera de tus palabras, pero hoy empezaré como siempre por hablar de mí. Te diré que en el silencio de un nuevo amanecer donde los cantos del papayero adornan mis mañanas, me ideé una manera noble para hablar contigo.
Te diré amor mío que estoy aprendiendo a amar a soledad..., es gentil y amable conmigo, me entona versos que salen del alma y me está enseñando mucho, ¡tanto que si te contara no me lo creerías!...
Hoy he visto el amanecer desde mi ventana..., su color rojo fuego casi que palidece al ver mis blancos azahares y vislumbrar gotas cristalinas que caían suavemente desde el verdor de sus propias bosques.
Te contaré también, que estoy bien... o no tan bien, pues me faltas tú.
Te contaré también, que estoy bien... o no tan bien, pues me faltas tú.
Dirás que para pelear conmigo por tantas cosas que deseamos y que parecen inalcanzables, pero a pesar de todo, es bueno seguir soñando...
Te contaré que en mi corazón hay un estuche que te guarda eternamente , mis suspiros te llegan con la brisa suave que te acaricia en el momento... ¿qué más puedo decirte?...es un nuevo día... estoy viva...¿ o no?, tal vez me aliente el perfume rosa que mitiga mis pesares, o tal vez esa mirada tuya tan dulce... y la cantarina fuente de tu sonrisa bella que extraño, en mis días un poco lúgubres.
No te entristezcas por mí porque a pesar de todo, estoy bien y aquí.
Ya me conoces y sabes que soy una vieja loca, embrutecida por las nostalgias...
Ya pasará todo, y mientras tanto, añoro tenerte entre mis brazos para iniciar contigo una nueva jornada.
Te amo, ¡por siempre en mi corazón!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 30/11
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