sábado, 30 de julio de 2011

LA PARCA (201)


LA PARCA (201)
Publicado pors en enero 5, 2011 en 12:30pm


No le haré a la parca ruido
cuando en luna llena me la traigas,
ni escaparé a esconderme,
igual sé que me hallarás fríamente
en el lugar donde me encuentre.

Escribiré notas en el aire,
las esparciré junto a mis sueños
mientras vienes indolente, y tal vez,
ocupada me halles.

Reiré entre tanto con mis cuentos
enmohecidos por el tiempo.
Buscaré orquídeas olvidadas
en los hermosos y áridos cerros
de  Zapatoca amada...

Te enviaré besos entre sus perfumados pétalos
esparciendo mis sueños en la nada.

¡Sé que pronto moriré! ...
Mis cenizas se esparcirán a pesar de mi pedido.
Colocarán flores que no veré
sobre un pequeño cajón de madera
con cenizas que pueden no ser  las mías...

Me he ocultado de ti muchas veces,
segura estoy que no me has visto
aunque ilusa sea mi razón,
tengo muerto el corazón
y el alma triste...

No olviden colocar el crucifijo... ¡jajaja!
De nada sirve a mis cenizas
si en vida no me diste tu alegría
ni me confortaste con tu calor y abrigo.

Llorarán un rato
pero vendrá pronto el olvido,
cantarán con el paso de las perlas
y entre rezos y lágrimas
esperarán turno, silenciosos,
mientras la indolente parca te persigue.

Me seguiré escondiendo
-segura estoy que no me ha visto-
ésta vez simularé que estoy contando luceros
entre la bruma fría de tus versos
y la espuma pasajera de tus cascadas y ríos...

¡Parca! :
Esta vez también te haré el quite,
no quiero viajar a pesar de tantas cicatrices.
¡No me busques!... ¡llévate a quien no quiere la vida!

Me burlaré de nuevo de ti
convertida  en águila silenciosa
remontaré de nuevo al más elevado cerro
donde mis renovadas fuerzas me lleven,
y desde allí, con mi aliento lleno de fortaleza
batiré mis brillantes alas, hasta tocar a mi lucero.

Te diré que he de llegar al cerro más alto
antes que seas tú primero,
seré abanico de alas abiertas,
y con fuerza de titan,
me elevaré sobre el majestuoso mar
haciéndote juego para que no me halles.

Me encontrarás abrazada
con las azules olas en el cielo congeladas,
ilusionada otra vez,
entre nubes pasajeras
movidas por un suspiro tuyo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, dic 5/10






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