EN EL SILENCIO (23)
Desde el amanecer saciándome de ti...
Mis ojos escucharán la magia de tu voz,
el corazón se elevará mientras escondo mi faz,
en una máscara, que no tiene nombre ni apellido;
y mi boca húmeda te espera en silencio.
Tus cascadas penetran suavemente
por este corazón que anhela poseerte,
hay resequedad y aridez en mi vida.
¿Mis suspiros no te llegan?
Los envío a través de la luna,
con el canto agudo del águila
que se remonta ágil por el cielo...
Ojos ansiosos envían rayos a tus luceros
que suspiran eternamente,
detrás de paisajes desconocidos
donde vives en mi ausencia,
y yo, con la boca húmeda ansiando un beso tuyo,
de madrugada, al anochecer...
Despierto a un paisaje nuevo...
Las violetas están teñidas de rojo,
soledad anuncia una nueva estación
y se descansa sobre el mismo butaco
que conoce mi nombre y reconoce mi voz.
Luna plateada que te escondes de mí:
Bésame con tu anochecer ...
Cierro los ojos mientras llega un rayo tuyo
imaginándome en tus brazos,
y en el cielo que desvía las miradas ajenas
para juntarnos en un poema.
para juntarnos en un poema.
Me elevo sobre los paisajes de tus sueños
junto al verdor de las montañas
que cantan versos frescos y diferentes,
pegados del sol radiante que acaricia el mundo
mojado del rocío de la hojas.
mojado del rocío de la hojas.
Tus primaveras no son las mías,
pero escucho de las aves su algarabía
en tu alameda ajena a la mía...
Ojos anhelantes de un reencuentro...
Tus ojos, los míos, tu boca en la mía,
mientras la humedad de mi cuerpo
con sus otoños vencidos,
imaginan el mundo sin cercos
sin el cristal burlón de los insectos
que se mofan de mis inquietudes
pues conocen de mi amor por ti.
SHEILA
Barranquilla, julio 24/11
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