EL ESPEJO (31)
En mi propio espejo me veía,
incrédula observaba un rostro de niña,
no había coquetería ni galanteo,
mis alas extendidas indicaban
que pronto no habría un canto final
ni una despedida...
El cristal era el mismo de siempre...,
las mismas huellas sobre las heridas viejas,
los ojos no alcanzaban a ver el pico rojo
más en la fuente de los míos te divisabas
oscuro y lejano...
Una niña crédula, ingenua,
caía en el lago turbio de otros días,
y su amante de mentiras se escondió,
aunque decían que entre los cisnes
era eterno el amor ...
Escuché un cántico feliz,
dicen que es su único día
entonan una canción
porque será su viaje sin retorno.
Solitario se esfuma en el estanque frío,
desaparece silencioso, sin mirar atrás,
y el bello cantar se va con él,
así la espuma blanca y suave
dibujada en el espejo de su vida.
Ya no estás aquí..
Sólo hay hojas muertas,
encuentro palabras al amanecer.
Esa luz que ilumina tus días
hace que mi blancura no apetezcas,
ni me admires siendo alondra de paso,
aunque sabes que soy un cisne blanco
de grandes y preciosas alas
que nunca me perdería en el lago,
sin antes esperar de ti aunque sea un beso,
o un aleteo suave de tus alas en las mías.
SHEILA
Barranquilla, julio 18/11
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