Publicado pors en julio 19, 2011 en 1:00pm
CON TU AMOR (30)
Azótame con tu voz;
que tu fuerza resuene siempre.
Déjame que al fin comprenda que eres mi fin,
que mi búsqueda termine...
Que sean tus brazos mi oasis
en el calor que abriga desde la mañana,
en la brisa que hace palpitar mi corazón
y alienta mis pulmones...
Azótame con fuerza, con potente voz
que viene desde el cielo con tus lágrimas,
y la suavidad de tu música ...
Enséñame que tú eres la lluvia fresca,
la que reverdece y da vida nueva...
Que tu cantarina voz se escuche siempre
con un toque a mi puerta...
Con unos ojos que miran conmovidos,
con el canto del jilguero
desde el robledal oscuro.
Que entienda de una vez por todas
que tú eres mi único fin y motivo...
Sigue dando golpes hasta que comprenda
que todos han sido por tu eterno amor por mí.
Que mi búsqueda de amor termine aquí...
Hoy, de mañana, sobre mi rígido asiento.
Eres el ardor de mis besos,
la pasión no consentida, mi dolor de parto,
el llanto entre mis brazos de un bebé nuevo...
Eres el vientre que se mueve suave
gracias a un suspiro tuyo sobre mi alma.
Que tu látigo de amor permita que agache mi rostro,
que doble las rodillas y que mi voz decline,
sólo ante una mirada de tus ojos que no veo
pero que siento sobre mi corazón...
Tu música es el regalo de los Dioses que envías,
que entonan himnos tempranos con tu gracia.
Te retratas en las manos del compositor,
y en los ojos del cantor que no puede ver,
en la boca de quien no puede hablar,
y en las mustias sonrisas
de quienes no tienen aliento...
Sigue voz bella, escucho tu trinar...
Eres la cascada que cae tibia sobre la tierra seca,
sobre la aridez de las montañas y el duro corazón
que busca y anhela lo que tú no quieres...
Eres gota tibia de agua
que cae sobre reseca hoja y la reverdece,
el cristal se muestra como divino diamante
el cristal se muestra como divino diamante
enseñándome que la vanidad es cosa ida y perdida
y que debo ser humilde por tu gracia.
¡Cómo no, yo tan tímida, tan atrevida...!
Tantas veces grosera y pervertida...
¡jajaja!... más tú ríes conmigo de mi ingenuidad,
tú conoces la verdad de mi alma
y sabes de mi entrega absoluta a tu amor.
Eres la montaña que parece inalcanzable...
La que mis alas buscan en su errante vuelo.
Déjame posarme ahí para siempre,
mi amor consentido, mi niño bueno...
Eres la sangre que hierve por mis venas...
El rojo púrpura, el lirio encendido del valle,
la música, el perfume, la voz de los caídos,
el aliento en la enfermedad, en el cautiverio...
Tu voz fuerte y firme, me anuncia que eres fuego...
Eres candil encendido que no se apaga...
Que grita con voces nuevas y renovadas
con tu música que eriza mi piel y la consiente.
Un gusano soy en ésta inmensidad,
y aún así... has dejado caer una verde hoja
con un cristal divino para que pueda sobrevivir
entre nieves frías que dejaste bajar de tus ojos,
y que se descongelan
para dar nueva vida a otros...
Sole mío... amor mío infinito...
Canto de sinsonte mañanero;
arrullo temprano donde poso mis ojos,
sol naciente inflamado de calor...
¡Bésame con el estruendo de tu voz!
Que no me confundan otros besos,
que no me perturben otros brazos,
los tuyos percibo siempre aquí...
Mi beso eterno...
Mi flor nueva de primavera, mi colibrí dorado...
Un beso de sol y el estruendo de tus rayos
en un atardecer pintado de rojo color,
son los besos miles que me das,
y sólo pides de mí
una mirada hacia tus alturas
y otra hacia la tierra
donde moran mis pies
y descansará el cuerpo
de tanta liviandad.
SHEILA
Barranquilla, julio 19/11
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