DESDE MI VENTANA (109)
Contemplar el amor desde mi ventana
sin importar las espinas del camino.
Alas brillantes tengo amor mío;
te las pierdes por arrogante.
Te he servido mis amores por el aire,
esparcí las melodías con mi ardor
pero me dejaste vagando con mis sueños.
Escucha mi canción solamente,
luego imagina que somos los dos
prendidos como el sol de la tarde
enredados en el vaivén de un lago
que nos copia al pasar.
enredados en el vaivén de un lago
que nos copia al pasar.
Ave consentida de mil colores,
arde la vida si me veo en tus ojos,
ahí agitan nuestros sueños banderas de libertad,
si tus alas tocan las mías
y nos vamos los dos hacia el mismo sendero
abandonados al antojo del viento.
y nos vamos los dos hacia el mismo sendero
abandonados al antojo del viento.
Amor, triste amor de mis locuras
mis ojos vierten pálidas perlas,
sufrimiento indecible en mi soledad,
espinas son puñales que parecen tener voz.
Equivocados se ciernen los caminos,
hoy prefiero otro, pero a tu lado,
¿quién lo hubiera sabido?
¿quién lo hubiera sabido?
Al dormir la carne,
morirán eternos sufrimientos,
se irá en el aire todo cuanto te amaba,
se irá en el aire todo cuanto te amaba,
te lo repetí mil veces, tú indiferente...
Te mostré el candor de mi alma, lo desechaste.
El día está gris, ¿será que lloverá?
La música no es muy grata
y se ha dormido en mis piernas la gata.
y se ha dormido en mis piernas la gata.
Vengo a mi lugar a deshojar violetas pálidas,
lágrimas de fuego nos consumen
y la tristeza del abandono en otros brazos
son una fortuna desechada,
cual rosas rojas en una tumba vacía.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 6/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario