domingo, 24 de julio de 2011

COMO UN NIÑO/Salomé (260)

COMO UN NIÑO/Salomé (260)

Como un niño te quiero devorar,
mundo bello, ¡hermoso!... sólo esencias,
perfumes a pino fresco...

Cascadas desbordantes bajando del cielo,
lluvia de cristales envueltas en iris mágicos,
mariposas de un sólo día,
ésta es la vida, efímera, ligera.
Vuelas, te vas con ellas 
cayendo en cualquier esquina...

¡Vida!... mi amada vida llena de dolores
aún así te amo, te aprisiono en mis segundos.
Magia llega a este rincón de mil sabores,
besos encendidos con sabor a luna...
Abrazos consentidores con ricos alientos
con almíbar a mango dulce color oro...

Quiero beber el vino que me ofreces,
el placer de existir con mis alas abiertas.
Déjame hablar libre
así como el manantial bajando la cuesta.


Vida!... vida con sabor a hierba fresca,
olorosa a hierbabuena de mi abuela,
con sabor a mi madre añeja, divina.

¡Qué bello abrazarte como ahora!

No marcharé sin antes decirte
que eres lo más bello,
el regalo más hermoso.
Tus sabores de mil colores
no se esfumarán más ante mis ojos.

Cual mariposa errante ataviada de azul, 
absorberé toda tu esencia.

Sé que mis momentos son efímeros,
que moriré temprano sobre una lápida fría
pero que lo haré feliz, dichosa,
con mi aliento a fresca rosa
pues soy la niña que trina
entre cardos espinosos del camino
que aún entre sus dardos venenosos,
entrega la esencia que no lastima,
y entre perlas de tus labios
regalas una sonrisa a quien la pida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 22/11


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