domingo, 31 de julio de 2011

HOJA DE PARRA (6)

HOJA DE PARRA (6)


No quiero silenciar mi voz, y es casi un ruego.
Cual hoja caída y pisoteada me siento,
pero ella en medio del dolor de su partida
ha nutrido y ha dado alimento.

Como hoja de parra caída
con lágrimas del cielo,
aún reposada en sus efímeros instantes
agoniza sin pesar de los amantes
que por ellos derramó su fuego.

Sus tristes flores convirtieron
en dulces uvas de la vida,
ricos vinos sobre labios de mujeres,
brindis majestuosos de los reyes
y copas con sabor a tierra de otros seres
que supieron convivir con sus espinas.

Hoja de parra sólo eres...
Abonadora en desiertos corazones
donde el amor no tiene cabida,
más sí los placeres
de un brindis de tu boca y de la mía
y una lágrima descansada en sus laureles.

Triste momento que recojo,
ya no son lágrimas de agonía las mías,
son pesares del sentir ajeno,
donde se mutila al cantor y al poeta
sin un brindis con sabor a cielo.

Triste hoja pisoteada,
has abonado sin querer muchos terrenos,
has entregado tu vida por otros,
y en el canto del campesino entre tus ramas
estuvo un ruiseñor brindando sus amores
y una gaviota emprendió su raudo vuelo.


Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, julio 28/11

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