MARIQUITA (3)
¿Quién lo decidió por mí?
Así me llamaron, y sin molestarme siquiera
seguí el camino hacia el verdor que me incitaba...
Había perdido mucho tiempo
hablando con otras mariquitas...
hablando con otras mariquitas...
Venían vestidas de muchos colores,
grandes corazas
grandes corazas
carmines encendidos,
zapatillas rosa...
zapatillas rosa...
Más a mí sólo me preocupaba algo:
continuar andando sin perturbar a nadie...
Es que a las mariquitas nadie puede dañarnos
¿lo sabían? somos símbolo de buena suerte
y por tal razón, mariquitas,
vaquitas o cochinillas,
vaquitas o cochinillas,
en tu jardín siempre seremos protegidas.
Eliminamos plagas
que daño harían a tus rosales.
que daño harían a tus rosales.
Insignificantes parecemos
en nuestra propia caparazón...
en nuestra propia caparazón...
Pero si quieres tocar mis encendidas alas
ven, tampoco te haría daño,
pues sólo soy un adorno más,
en éste mundo florido
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio16/11.
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