sábado, 8 de diciembre de 2012

EN ESPERA (60)

EN ESPERA L4R (60)

La tarde helada me robó tus brazos,
y en espera sobre una estancia nívea
casi abrigada sólo de tristezas
quedó una rosa roja para la vida mía.


Estuve ahí  aguardando largo tiempo,
aún mi cabellera negra incitaba fuego
las manos caricias de la tarde
mis ojos encendidos te esperaban
como esperan la noche
para lucirse las estrellas.

Esperé tanto, 
que se volvió blanco mi cabello.
Las paredes se robaron el color del cielo,
la mecedora de nuestros besos se quedó llorando
y gime también por tan larga espera.

Un sauce llorón dejó de hacerlo
descansa tal vez por cualquier ladera,
un ave triste alza vuelo desde mi ventana
llega la tarde con todos los inviernos,
y una blanca sábana cubre mi lecho.

Raquel Rueda Bohòrquez
Barranquilla, diciembre 8/12

CHOCOLATE ESPESO (61)


CHOCOLATE ESPESO L1R (61)
21 de abril de 2014 a la(s) 17:47
Tal vez no quede mi huella sobre el tapete
ni los labios pintados en mi pocillo preferido,
ni el rastro del chocolate que entibió los fríos,
bajo la sombra oscura del ayer.

Un periódico releído tantas veces
donde las historias de sangre se repiten,
y son tan pocas las alegrías 
que hasta vanas tornan las esperanzas…

Una mesa donde alguna vez tomé tus manos
con la complicidad de palabras y sonrisas,
enjugando cada historia con nuevas lágrimas
compartiendo lo poco, lo mucho,
entre gardenias, orquídeas y rosas.

A recordar me atengo entre suspiros
si los pasos se cansan, se mojan los vestidos,
se miran los ojos sin pronunciar palabra,
sólo dulce miel entre los brazos
y oraciones desde el alba.

De aquéllos humos de la vida
de los cánceres que nos roban los amores,
queda una lámina en cualquier rincón,
un recuerdo que se esfuma en el tiempo.

Las añoranzas retornan cual gotas de lluvia,
quedando sólo un roce de manos que deslizan sus pinceles
para hacernos recordar lo hermoso de la vida,
y lo amargo del chocolate espeso.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 8/12
Publicado por RAQUEL en 13:15


Recordar viejos tiempos, su olor, los pequeños globos, 
y un bigote bordado con tanto amor.

ROSTRO EN EL CIELO


ROSTRO EN EL CIELO L4R


Oscureció, y la luna una vez más…
Alcahuete de luz de los amantes
brillo de los poetas en sus soledades
donde las estrellas parecen candelabros blancos


con ojos de niños que danzan en el cielo.

Los maullidos se esparcieron en el bosque.
Te llamé con mis alargados gemidos,
una carrera terminó en llanto
unas garras me hirieron tanto
hasta que perdí el aliento.

Allí… cuando extendidas mis alas,
de las garras un lucero divisé...

¡Luna blanca de matices dorados!
Luna bella de mi madre que desde el infinito llama.
En silencio extendí mis alas
para confundirme contigo 
en un abrazo de luz.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 8/12


ESCRIBIRÁN MIS HUESOS/Alfred Asís

ESCRIBIRÁN MIS HUESOS/Alfred Asís

“Seguirán mis huesos escribiendo”: lo ha dicho
su voz transcribo en letras de quien invita a la poesía.
Palabras  unidas a donde el amor es una oración
copas de vino sobre labios que recitan versos
ahí la esperanza  es su guía y su frontera el sol.

De Alfred tal vez una cometa al viento…
Mirada donde la candidez del hombre sabe a madrigal.
Manos tejedoras en frondas casi muertas
lirios blancos que conservan el color,
para abrigar esperanzas en los callados
y hacer musitar al viento una canción.

Claro que te reconocerán bajo la sombra del ciprés,
hablarán de días donde tus huellas imborrables quedarán.
Paso a paso… caminos tortuosos o livianos,
piedra a piedra levantando  cercas
donde florecerán orquídeas que tendrán tu voz.

Allí en ese libro andante de todos los poetas de la tierra
el cobijo hizo anidar una ilusión…

Viajan por el mundo tus palabras
sin la mezquindad habitual que tuerce los senderos
buscando un alivio, al menos un frescor,
en esa muralla donde habita  el desamor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 8/12