viernes, 2 de abril de 2021

UN DÌA

 UN DÌA 


Un día iré descalza por esos valles 

y no sentiré miedo a las espinas, 

ni a las esquirlas filosas, 

ni a los dientes grandes, 

ni a las manos negras en las noches...


Estaré sobre la roca más alta 

bañada de añil, 

forjada de nubes blancas...


Un día, 

hablaré con el colibrí 

y con el puma sagrado, 

juntos, 

abrazados entre los prados.


Ahí sentiré la brisa helada 

cargando nubarrones 

hacia otras veredas 

en donde pasta el venado, 

y su cervatillo no tiene afanes, 

ni parece asustado.


Beberemos agua del manantial 

cerca de la hiena 

y la serpiente, 

sin temor a dormir, 

pues todo será un despertar.


No habrá religión,

 ni peso sobre las espaldas, 

ni mano sobre la boca, 

ni filo entre las piernas, 

pues el amor habrá llegado 

entre la primavera 

y nos ha cubierto de pétalos, 

y nos ha bendecido 

con sus aromas 

y los cánticos de los pájaros.


Un día que será tan pronto 

como un parpadeo, 

me verás, 

y murmurarás mi nombre al oído 

y estaré atenta a ese ruido imperceptible 

de la hoja que cae, 


y la nueva promesa 

que surge espontánea 

en el mismo gajo.


Raquel Rueda Bohòrquez 

25 03 21


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