jueves, 15 de abril de 2021

ABRIL 15 2021

 ABRIL 15 2021


Han sido días de mucha angustia, mis vecinos y la gente alrededor miran con sospecha y  en la calle no todos son buenos, muchos quieren engañar y entrar a nuestras casas a robar, porque no hay trabajo y el desespero se empieza a sentir. 

Tal vez sirva contar algo de lo que sucede para los que vienen, como está el virus en este momento y las vacunas distantes para muchos, es sólo suerte no estar entre los escogidos. 

Al principio de la pandemia tenía mis dudas, por la tanta desinformación que existe en las redes y es lógico, ¿acaso nos había tocado una pandemia?, pienso que entre muchas cosas vividas ante todo de violencia en Colombia y desigualdad al extremo, ésto es lo peor que le pudo pasar a la sociedad aunque presentíamos que algo grande venía, siempre tenía un gran presentimiento, porque la naturaleza estaba en un abismo, debido a la falta de amor del ser humano que parecía flotar en una nube. 

Me disfracé de extraterrestre para advertir a la humanidad de lo que nos podría llegar y de que lo invisible era poderoso y nos cercaba, teníamos que cambiar pronto y tenemos que cambiar ahora, cuando sabemos que no viviremos tantas primaveras como creíamos. 

Tal vez algún loco dentro de mí quería que lo dijera, y sin creerme vidente ni nada, siempre hay aciertos porque entre todos abrimos un espacio con nuestro actuar, para que los males llegaran de la manera que fuera, las mujeres querían parecer muñecas y los hombres no amaban a las mujeres, el ser humano amaba su vanidad y sus joyas, y poco a poco se nos enseñó a las patadas, que lo único que puede valer es la salud, sin importar cuánto dinero tengamos.  

Hoy nos ha tocado de frente el mal, nos ha puesto de rodillas, y cuando llega algo así a tu portal, nos sentimos como una mosca dentro de un vaso de cristal. 

¿Qué pasará mañana?... es algo incierto, pueda ser que pasemos la prueba y lleguen otras más enormes, lo que sea que venga, no hay desespero, cada día nos enfrentamos a una realidad que nace con nosotros, si lo sabemos, ¿porqué razón nos duele?

Me gustaría que se acabaran los cementerios como actualmente están, un gran negocio con la muerte, que volvamos al camposanto y seamos sembrados junto a los árboles, para que en el otoño nos reconozcan en medio de un tumulto de hojas, y en primavera nos sientan en el perfume de las flores. 

Quisiera poder expresar mi amor, pero a veces soy tan roca como los demás, la timidez, la vergüenza, el orgullo,  ¡no sé qué nos impide dar un abrazo y perdonarlo absolutamente todo, mientras nos quede un sorbo de aliento!

Perder, siempre perdemos algo, pero perder la vida es lo más doloroso, desde que sabemos que no es nuestra y que nacimos para partir en cualquier momento. 

Amo la vida, ¡la amo tanto!, últimamente he sanado mucho, tenía rabia, dolor, melancolía, muchas energías me atacaban, aprendí a desprenderme de cosas que solo me entristecían, y ahora me siento libre, pero aunque me sienta así, quiero ver a mi nieta crecer y tener la dicha de ver a mis hijos envejecer y a mi familia junta, todos abrazados y felices como ayer, sin los afanes del mundo que dañan los más puros sentimientos.

Hoy deseo la salud de mis seres amados, y de todo el mundo,  que ésta maldita peste termine, y que nos alejemos del ruido de las ciudades y volvamos al valle de los inocentes, con una mirada nueva. 


Raquel Rueda Bohòrquez

15 04 21 


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