TE BUSCO
Hay una reja que me separa de tí
una enramada que me aleja de tu lago
en donde deseo compartir
migajas de mi existencia.
Soy una potranca buscando la sierra,
nada más asomo a verte
pero mi anhelo de tenerte
se aleja entre las yeguas
que mueven su gran cola
y alzan el viento al pasar.
Te busco y más te alejas,
eres el amor negado
el cardón que no florece
la herida que no sana,
la roca que no respira en sus heridas
el pasajero en el rincón del tiempo
que sólo lleva espejos para verse en ellos.
¿Qué hay de mí?...
Agarro la cuesta, subo y bajo
mis patas se hacen firmes al mirarte,
un resoplido fuerte encoge mi corazón
parece una campana vieja
sonando en su propio funeral.
Y me resisto a creer que te alejes de nuevo
que la polvareda levantada en el camino
oculte otra vez mis anhelos,
y acepto al fin que nada vales,
¡ni una lágrima siquiera!...,
entonces regreso a mi esquina,
observo entre los gajos del árbol
y te veo transparente y radiante
besando con furor mi ventana
para que salte mi alma ante tu amor,
ese amor que nada niega
y resplandece a cada instante
en el pico de las aves veraniegas
y en el sonar del aire ante la lluvia.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 06 10 20
No hay comentarios:
Publicar un comentario