LA KIKA
Era bonita,
más blanca que
un loto.
Más graciosa que una flor silvestre
Más graciosa que una flor silvestre
asomada en la
herida de una roca.
Todo era bulla y ruido,
contenta con lo
poco
y feliz entre los gajos secos
despertó cierto día
despertó cierto día
con más
felicidad de la que podía cargar
en tanto un
jolgorio de niños afelpados le seguía.
Era más bella
que este nuevo día
la pollita blanca
que me guardó
bajo sus alas.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla, 29 06 20
Barranquilla, 29 06 20
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