MI
CANARIO
Es y seguirá siendo un ángel
La
casualidad lo hizo prisionero
Por
robar un poco de su esencia.
Acompañó soledades y alegrías
Trinó
más de lo que debía
A
pesar de su cárcel impuesta.
Hoy ha dejado su espacio vacío,
Dije
que nunca más un ave prisionera
Y
en medio de mi congoja,
Fabriqué
un nido de tierra
Con
flores amarillas y rojas.
Serán mi despedida
A
tan inmenso amor,
Quien
repartió alegrías
Al
despertar el sol
Y
al ocaso entregar su adiós
De
ojos negros
Viendo
hacia la nada
Con
alas de libertad
En
negra cuna.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 14/15
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