martes, 18 de febrero de 2020

PABLO VICENTE


PABLO VICENTE

El día 29 de febrero de 2020 a las 9pm falleció mi amado hermano Pablo Vicente el número 10 de la familia, mi amigo de juegos infantiles con quien planeábamos muchas cosas que no pudieron ser, pero que fueron motivación para luchar día a día por nuestros sueños. 

Nos sorprendió un enorme aguacero y secamos nuestras lágrimas pues el cielo las tomó. 
 
Un cáncer de páncreas se apoderó como un demonio de su cuerpo y después
de ver como se marchitaba la flor, nos dimos cuenta que nada podíamos hacer más que orar para que dejara de padecer.

Un espacio enorme para reflexionar sobre la vida.

A su memoria había escrito éste poema, lo creí perdido, pero hoy la hoja  volaba por la sala y para mi sorpresa cuando la quería lanzar a la basura primero la ojeo  y me di cuenta era la hoja donde estaba  escrito el poema. 

Nunca olvidaré su mirada de amor y su sonrisa al escuchar un poema a la madre, ni el momento en que llegamos cuando nos vio y tuvo fuerzas para soltar sus últimas lágrimas con una enorme sonrisa. 

No quería que nadie lo viera en el estado que estaba y sólo sus más  íntimos amigos lo visitaron, ni siquiera quería que vieran su cuerpo, dijo que no quería que nadie sintiera lástima por él, que no tenía ningún resentimiento y había perdonado absolutamente  todo. 

Tendré espacio para hablar de él, un hombre que se dedicó a trabajar y sacar adelante a su familia pero que jamás dejó de reír y hacer reír a los demás, siempre nos amó, fue un buen hermano y Dios ya lo tiene abrazado. 


MADRE MÍA

Me has cumplido la promesa 
de abrazarme en otros 
y en mostrar el brillo de tu estrella 
para que no me pierda en el camino. 

Voy a casa tranquilo...
Cargo todos mis tesoros:
Un rosario aferrado de mi mano
donde alguna vez rogué
para que me llevaras a tu lado
porque la vida llevaba más espinas
que sonrisas. 

Gracias a todos por cada abrazo, 
por ayudarmen a cumplir los sueños
y volver liviana mi carga. 

Es hora de regresar a lo que soy:
Vuelvo al mar y al lucero del atardecer
para hallarme 
con el responsable de mi destino. 

¡Ámense!...
Porque la vida se va pronto,
pero no me olviden
pues en cada hoja que hallen 
estaré presente, 
y en cada canto de canario
quedará un poco de mi sonrisa
para todos. 

Raquel Rueda Bohórquez 
29 02 20



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