CANTAR
Préstame una pluma para crear un árbol
 y cerca del árbol una
fuente, 
y al lado de la fuente un rosal 
por donde pasaré a verte.
Toca mi alma y verás una llama 
que arde entre tambores y cítaras 
que saldrán a cantar todas las mañanas 
y los atardeceres, 
junto al sol que espejea en tu pupila 
y haces que me amañe con la vida.
Préstame tu montaña para tocar el cielo 
y juntarme un segundo con el Creador.
Cierra tus ojos mientras mi llama 
quema tu profundidad 
y nos multiplica en tus perlas pálidas.
Cántale a la vida como tú sabes
trepado en el amanecer
acariciando las hojas al caer
la lluvia tímida junto al arrebol.
Después de ahí
Ámame, tan solo hazlo…
Me dejo de ti todo el tiempo
que arrimes y me consientas
 en los juncos
contentos
sin pensar en el mañana
sino en el viento dulce de mayo
que trae tu recuerdo. 
Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, 23 abril/19
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