El colibrí extiende la mirada
Y en ese regocijo
Recuerda un nidal escondido
Entre flores blancas. 
VOLVERÉ
Es seguro que tengo una casa encaramada en la montaña 
con un alar de paja y paredes blancas.
Fue ahí en ese lugar en donde hallé miel en panal 
y escondidos fuimos uno, 
entre grandes espinos de flores abiertas.
Volveré a cantar las mañanitas en tu ventana, 
sabrás que el Amor no se va,
Él se multiplica en las plumas de las aves grises 
y en los tonos metálicos que brillan en cualquier espejo.
Torno dulcemente al bajar la cascada 
a besar con cariño las rocas más afiladas.
Volveré... 
Te juro que volveré 
cada vez que me recuerdes...
Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, 28 marzo/19
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