jueves, 23 de noviembre de 2017

SI PASARA

SI PASARA

Si sucediera que el bosque es un llano
y las aves no existieran,
ni las cascadas asomaran
con su mágico manto
un día cualquiera…

Si entre la espiga y la flor
no cantara el ruiseñor,
ni el grillo formara algarabía
al ver asomar el sol de otro día.

Si un día somos parias en lo nuestro
y los dueños de la tierra fueran otros,
las montañas, fosos y cráteres
para llenar de desesperanza,
mostrando el hombre su fiereza
con cascos reforzados y balas de plata.

Si llegase a suceder que no puedo sembrar,
que debo comprar lo que siempre fue nuestro
y que los mismos continuaran gobernando:
¿De qué valdría el afán con la esperanza agónica?
¿De qué serviría la tierra, si no es apta para la semilla?

Si un día sucediera que debo comprar lo que el cielo regala
y el paisaje fuera un recuerdo entre las fosas,
con las rodillas dobladas entre queja y queja,
pudiendo entre todos cambiar el sino de la higuera.

Ese día está cerca, más de lo imaginado.
Pero si conversamos con Dios en silencio
y le hacemos trampa a los corruptos
para que los ideales se crezcan,
los ríos continúen su cauce
los pájaros aniden en el bosque
y lleguen de visita a las ciudades,

¡qué gran día sería para los que vienen,
devolver el daño que hemos causado
a la madre tierra que hemos abusado,
viendo de qué manera la montaña herida
se llena otra vez  de poemas y tonadas!

¡Que no sea un sueño nada más!
El tiempo pasa y somos cobardes,
nos dejamos convencer una y otra vez
y el suelo se va, el amor se desvanece,
el río muestra sus rocas al filo de la parca
y nos quedamos otra vez a la deriva,
soñando el paraíso que teníamos.

Raquel Rueda Bohórquez
23 11 17




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