LOS DUEÑOS DE LA TIERRA (16)
La tierra grita y ellos lo saben, ¿nos estamos pellizcando?,
desde aquí todos podemos hacer algo, sembrando árboles, guardando semillas,
mucho por sembrar y poco compromiso.
En Colombia sucede lo que en todo el mundo; la explotación
minera y petrolera igual que la ganadera, están acabando con las montañas; pero
no solo eso, sino que no hay control, y menos, medidas para frenar ésta locura,
por eso ahora leí sobre algo que los campesinos están reclamando, que es su
derecho a la tierra, a que respeten las semillas; no debemos permitir semillas
manejadas, que los hará dueños del hambre, y ésta guerra será absoluta y ganada
por quienes siempre han buscado el poder, pues un pueblo sin semillas genuinas,
será un pueblo arrodillado, ya que las otras van ocupando el espacio de las que
por siglos han matado el hambre de la humanidad, las nuevas semillas producirán
más frutos, grandes, y en más cantidad para negocio, pero no producirán semillas fértiles y lo he
comprobado con los girasoles que sembré hace poco. Antes sembraba y crecían
inmensos llenos de grandes semillas, ahora son enclenques flores, que ni de
adorno sirven, luego vendrán enfermedades, porque lo que ha sido por siempre,
ya trae su fuerza interior, el hombre sólo saber dañar la obra divina, luego
serán dueños del hambre y aquí no habrá oportunidad, porque la idearon de
manera genial y nadie hizo nada para controlar su avance.
Hay demasiadas tierras con pocos dueños y muchas palmeras,
que también morirán por enfermedades, los propietarios reales de la tierra, se
pasean descalzos por las ciudades, con el alma dolida y una rabia interna que
se ve en sus crispadas manos, que necesitan de un azadón para sembrar, es lo
único que aman y es lo que saben hacer.
Nuestros campesinos necesitan más apoyo del gobierno, de
todos nosotros, que cuando haya una convocatoria seria estemos ahí, porque ha
sido la clase más ultrajada en toda ésta guerra injusta que llevamos hace más
de 50 años, mucho antes, pues mi abuelo y mis tíos todos tuvieron que salir de
sus tierras, algunos se apoderaron de los terrenos de un tío, y luego nadie
puede gritar porque cada grito es callado con una bala. Mi abuelo descuartizado
y lanzado a un río y en medio de todo, conocemos de la sangrienta guerra y el
dolor de muchas familias, que tuvieron que abandonar sus pocas pertenencias y
sus parcelas, por miedo a los enfrentamientos, con motivos no muy claros, y
ellos en medio de todo, pero al salir, dejaron el espacio abierto para que
otros ocuparan sus tierras y se apoderaran de ellas.
¿Quién es el dueño del sol?, mañana no vendrán también con
escrituras a decir que es de ellos, y que nadie se puede proveer de su calor,
ni de la energía que no explotan, porque conviene sacarle a la tierra todo lo
que contiene, en vez de protegerla.
Todo este daño ecológico nos cobrará con creces en cada
estación.
Esos movimientos desean que la tierra sea protegida, el
agua, los manantiales, los árboles, los animales silvestres; si nos hacemos los
de la vista gorda nos jodimos, ¡es ahora o nunca!, ¡y es en serio!
“Referendo por el agro”, hay que leer la letra pequeña y que
jamás nos vuelvan a meter gato con fiebre decía Maicol un amigo, tenemos una
oportunidad y es ahora, para decirle a los campesinos de nuestro país que los
apoyamos en su proyecto, y que deseamos que todo quede claro, que nadie los
utilice nuevamente sólo para campañas políticas, ofreciéndoles el cielo y la
tierra, y después los dejan con la mano estirada y el dedo untado.
Raquel Rueda Bohórquez
19 06 16
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