JOYAS DE MI MADRE (55)
De nuevo reventaron joyas.
A pesar de tanto verano
La vida es un continuar
De cuentas que vienen y van.
Revisé el nidal;
Una madre brava
Ajustaba todo su mundo
Ajustaba todo su mundo
A juguetes afelpados,
Con el enojo en su carita jaspeada.
Luego todo fue ruido, ¡por un gusano!
Parecía poco, pero se llenaron los ojos;
El rostro pintó enormes sonrisas,
Me volví niña vieja
Y recordé a mi mama.
Es que de tanto en tanto
El olor a bosque era suyo;
Fueron suyas las mañanas de lluvia
Y el verano todo, con sus manos enjoyadas
Con esos rosarios de madera
Y esas dulces miradas…
Hubo un escaparse al rincón del amor...
Extendió sus alas, sonó su canción;
Se hizo de noche y con ella se durmió,
En tanto asomaban cabecitas pequeñas
Que se adormecían de a poco.
Y entre galanas preciosas,
Me sentí rica y valiosa,
Con ese sonido del viento dando en el rostro
Y meciendo de mi árbol sus hojas.
Raquel Rueda Bohórquez
23-3-16
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