DE ESE AMOR (6)
De ese amor puro
Que nos cubre con su carne
Y nos arropa con su sangre,
Así es la madre, nuestra madre…
Nos regaló una cobija pálida;
Ahí nadamos inmensidades,
Escuchamos sus campanas;
Tocamos su alma desnuda
Sin buscar salida, ¡qué bien!...
Qué rico se siente su tibieza;
Pero luego el tiempo exige
Y nacer es una agonía.
Lloramos no estar en ella,
Luego olemos su piel:
¡Así olía su edredón!
Y buscamos su rosal encendido
Para quedarnos
De su amor prendidos.
De ese amor puro:
¿Cuándo otra vez?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 25/16
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