domingo, 24 de enero de 2016

SOÑANDO CON GATOS (14)

Sacha para su última visita al veterinario, 
murió mi gordis sin renegar por nada,
se fue pálida como un cirio.


SOÑANDO CON GATOS (14)

Mi hermano Pedro hizo un encargo de un gato, para un familiar; enseguida me preocupé y empecé a buscar en donde siempre los dejan abandonados, cerca de un arroyo; en una carretera, en un portal ajeno, en una caja de madera.

Inicié a correr de aquí para allá; no fue tanto el cansancio, en una vereda los hallé. Había una gran casa vieja, y afuera sin madre, lloraban muchos niños, unos eran rojos, otros blancos con café, unos atigrados; otros parecían peluches afelpados.

Con gran inquietud pero no tuve que buscar, pues uno muy hermoso hasta mí vino a parar.

¡Miau! ¡Miau!, ¡oh Dios!, pensé para mis adentros, /es el gato más hermoso que jamás he visto, tiene ojos dorados como el mismo sol, entre tigre blanco y amarillo, entre rosa y aromas, ¡será el más amado!

Minino se acercó, y mis pies besó... ¿Qué tienes mi gato bonito?, ¿quieres ir con mamá?
Y en esto, hasta mis brazos saltó.

No pude menos que largarme con minino, pues su ronroneo me hizo enamorar de él.

Pero en mi andar, sin saber por qué, terminé en un arrume de tierra; estaba humillada por mi hermano Pedro, ¡qué raro!, ¡jamás he recibido un trato tan indigno, de hinojos, en medio de un montón de tierra, con las piernas sucias y el corazón mojado.
Continué muy triste por el camino, recuerdo que llevaba puesta la bata más vieja de mi madre, casi desleída, pero muy amada; también, que tenía el cabello muy negro y largo, y en medio de mi gran tristeza pensé: ¡Ahora que se joda por huevón!, ya no le daré a mi peluche, ésta joya no será para él, y en mi hogar que era otro, ahí le acomodé.

¡Mi gato! /reclamó

¡No hay gato!, vaya usted mismo y busque uno. Claro que le di la ubicación, quedando como siempre, un tanto angustiada, eran muchos mininos pequeños, buscando en un hogar un poco de amor.

En esto desperté, era otro día, ¿qué más podía pedir?, un sueño se ha consumado, un gato ha sido amado, y mi hermano siguió con mi querer.

Raquel Rueda Bohórquez
24-01-16



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