LLORA MI
MADRE (66)
Brotan de
sus ojos perlas
Y corren,
¡casi que vuelan!
Por entre
rojizas tierras
Buscando al
mar,
Siempre al
mar...
Bajan como
un beso de muchacho
Aprisa, con
furor y ganas
Sin devastar,
sin herir.
Corren luego…
Después de
pálido descanso
Ahí me baño,
Parezco un
gorrión pequeño
De alas
abiertas.
Y me quedo
Pensando en
lo tanto
Que el mundo
seca tus ojos,
Y en que ya
no lagrimearás
Sino sangre
de mis venas.
Y es roja,
es dulce,
Es un camino
por veredas
Tuyas y mías…
Es un
sendero que conduce
Sin más
agonía
Hasta ese
océano tuyo
En donde
estaremos al fin,
Recogidas en
un lecho de hojas
Que desde lo
alto caen
Como tú,
para bendecir
Y aumentar
un trecho.
Todo para sembrar
En vez de
arrancar,
Para surtir
tu rostro
De verdes
intensos
De colores y
colores;
¡De vida y
más!...
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 10/15
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