jueves, 12 de noviembre de 2015

EN EL DESIERTO (57)

EN EL DESIERTO (57)

Y que no te asombre mi amor,
Que no te lastimen mis espinas,
Porque han parido entre las rocas,
Su más íntima primavera...

Que no te juzgue el tiempo
Por lo tanto que has herido,
Más bien espera en silencio
Un brote bendecido.

Luego, un minuto de silencio
Por la sed que no se calma,
Y ese corazón reseco
Que a pesar de todo florece.

Es que en el desierto
Todo es pureza,
Pues aquí el tormento,
Se convierte en entereza.

Resucitan lágrimas de un muerto
Sobre las arenas secas
De un mágico desierto.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 12/15


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