martes, 17 de noviembre de 2015

EL CANEY (35)

EL CANEY (35)

En la memoria
Se quedó el caney
Atrapando palomas gordas
Estacionadas en el ayer.

Aquí parieron flores…
Se engordó ganado, /era poco
Mi padre ni buen campesino fue
Porque le encantaba el mundo,
Y tras él se fue a buscar sueños
Más atados
Que un ramo de pastos secos
Que refrescaron nuestro hogar.

Ahí guardaba chivos,
Tenía siempre una cabrita
Y por alguna razón que desconozco,
Siempre se llamó Diana,
Y su cabrito blanco, José.

Cierto día, ni sembrados, ni caminos...
Con aperos a tiro, sin mirar atrás
Se abandonó el campo
Y los sueños siguieron corriendo,
Jamás los alcanzó.

Eso creía yo, ¡tan porfiada!
Había una razón de más,
Éramos 17 hijos su fortuna,
Una mujer de ojos verdes como aceitunas
Y todo ideal, giraba a nuestro alrededor.

¡Qué hermosos sueños!...
Y despertaba con esa gran sonrisa,
Sus ojos negros brillantes, un cigarro
Y una taza de ardiente café
Acariciando su boca.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 17/15


No hay comentarios:

Publicar un comentario