CANOERO (4)
Canoeros en Caño de la Ahuyama
Contar que sus aguas todavía apestan,
No hay peces ni subienda,
Pero sí mucha fiesta
Y garcitas blancas en la rivera.
Nada es gris
Nada es
turbio
Nada es
oscuro
Si sobre
nuestra cabeza
El cielo es
bruno.
Se dobla en
turbias aguas
Pareciera
que nada pasa
Ni esa
hediondez fuerte
Que al
canoero abraza.
Pero ahí
está
No espera
peces
En ésta
pobre subienda.
Pasarán
gentes
De aquí para
allá,
Es una pesca
rara
Sin bonanza
ni atarraya.
En sus ojos
un brillo
A pesar de
lo gris del mundo.
De sus bocas
una sonrisa;
¿Por qué
reirán?
Huelen a eso
que apesta,
A carne
podrida sin fiesta
A basuras
que se arrinconan,
A pobreza
que se hace sublime
Si los vemos
de nuevo
Con esa boca
perlada
Y ese brillo
que ilumina,
Más que las
nubes en sus aguas
Y más que
las estrellas
Que fulguran
en medio del ruido.
Hay danzas y
tamboras
Que le hacen
fiesta a la vida
Para que la
pobreza no se note
Y el hambre
se mitigue
Con música y
juegos
En medio de
tanta poesía
Y demasiado
olvido…
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
29 noviembre/15
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