viernes, 23 de octubre de 2015

SI UNA TARDE [19]

SI UNA TARDE [19]

Cuando la verde y metálica mosca
esculpa en mi rostro sus ganas,
calavera seré con una sonrisa vaga,
pero sonrisa al fin, desnuda y clara.

Y si de nuevo, una horda de gusanos
que sembrados cual trigo por mi carne,
felices se juntan para devorarme;

ahí pensaré que también hasta para morir
has entregado nuestra piel 
a la dulce fantasía de los aires.

Volaremos juntos, cada trocito.
Seremos en el viento ángeles platinados,
colores buscando miel y oro
para cargar en carruseles 
con un poema siempre, /¡zumbido puede ser!,
de vidas que en su arrastrar,
nada mendigaron, 
porque todo fue dado
por el dueño del candil
y el pastor de la llama.

¿Me has visto reír ahora?
Mustio el rostro entre tanta piel,
pero sonrisa seré luego de una tarde
si al despuntar el día en soledad me halle.

Será ella quien el cuello me bendiga
para bailar sones de muerte
con la música del mar,
besando rocas y arenas doradas.

No necesito la imagen de una mosca
para inspirarme,
ya que del viento he tomado sus alas
y a Él retornará
el sonido de mis lágrimas.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, octubre 23/15









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