AMASAR LA HARINA [19]
¡Nooo!, ¿por qué
razón todo me sale mal?, y responde la vieja que se fue con el vagabundo que
tenía como 10 mujeres, y con cada una 3 y 4 muchachitos: ¡Porque sos una boluda
que por todo llorás!, ¡afrontá la vida como yo!, /pero en mi interior sabía que
tanta verraquera sólo una mujer vencida era, ¿quién no se vence con tanta gota
cayendo en el mismo hueco?, y quiero gritar, que salga todo lo que hay
guardado, que no me quede ni una lágrima sin brotar, para que después no digan
que parezco una roca, que no sé mostrar mi dolor, ni tampoco mis alegrías, y
ahora, asando arepas, hasta las condenadas se pegan.
Por esta razón hay
que amasar bien la harina, aprender de nuestras viejas, entre más caricias
demos más suave será, y así con la paila bien caliente, nada se ha de pegar.
Pero no quise
aprender, pues ahora mismo, ser arepera no produce sino cansancio y sudor, por
eso me quedo en donde estoy, remojando mis letras, escribiendo lo que me dé la
gana, y quien la entendió que se la coma bien caliente con el cacao bien
batido, y con espumita por encima.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
septiembre 22/15
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