SOÑÉ CON MAMI [77]
Cuando sientas un frío beso a tu espalda,
no te asustes, soy yo,
quien te rozo con mis alas.
no te asustes, soy yo,
quien te rozo con mis alas.
Mis fiebres pasaron y dormí un rato,
en ese sueño estaba mi madre y reímos mucho,
pero hubo un despertar apresurado
quedando un sabor amargo en la boca.
Con certeza estuvo aquí
porque una blanca pluma
hallé sobre mi rostro
y tenía sabor a mar,
a ese mar profundo
que nos halló un instante
tomadas de la mano
caminando historias,
en un pasado de película
con muchos colores
y fascinantes flores.
en ese sueño estaba mi madre y reímos mucho,
pero hubo un despertar apresurado
quedando un sabor amargo en la boca.
Con certeza estuvo aquí
porque una blanca pluma
hallé sobre mi rostro
y tenía sabor a mar,
a ese mar profundo
que nos halló un instante
tomadas de la mano
caminando historias,
en un pasado de película
con muchos colores
y fascinantes flores.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 2/15
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